viernes, 4 de mayo de 2012

Extraordinario


Llevaba mucho tiempo sin escribir, no por falta de ganas sino por falta de ánimo, dejadez…. Bueno no sé porque, pero después de lo que me ha pasado… Os cuento.
Me ha pasado una cosa que no sé cómo explicarla, que hacía mucho tiempo que no me pasaba y que intentaré desarrollaros de la mejor manera posible.
Quiero aclarar lo primero de todo, que es una cosa que a todos nos puede pasar, pero que hoy he sido yo el elegido.
Esta mañana cuando me he levantado, como todos los días he ido al baño y cuando me he mirado en el espejo, me he dado cuenta que la tenía mucho ¡¡más grande!!. Si, la tengo más grande, más fuerte y más dura.
Anoche cuando estaba en el gimnasio, termine mis ejercicios y la veía muy pequeña , frágil... casi inexistente. Iba en el coche y mi cabeza no paraba de dar vueltas al asunto. Mi cabeza estaba llena de preguntas y sólo se repetía una frase: ¿por qué a mí?
Cuando me fui a la cama os puedo prometer que seguía igual de pequeña y que el tema me estaba empezando a preocupar mucho. Me preocupaba tanto que no podía ni dormir.
Al cabo de unas horas pude conciliar el sueño pensando en:  bueno ya pasará, será un una cosa ocasional… Una vez dormido empecé a tener sueños de lo más especiales. Soñé con tantas cosas alucinantes y bonitas que notaba como iba creciendo lentamente.
Llegó el momento de levantarme y como todas las mañanas, lo primero que vi fue a mi amor… y en ese momento noté que ya era imparable, y que estaría creciendo y creciendo sin límites.
Hoy he vivido un momento extraordinario e irrepetible… Hoy tengo arriba la autoestima!!!
;)

miércoles, 11 de abril de 2012

Princesas


Lo que voy a desarrollar esta vez, pude que me cueste alguna enemiga que otra, pero… ¡¡Qué narices!!, si sois lo más grande!!!!!!!!!!!!!!!!!

Pero aunque seáis lo más grande, hay cosas que no podemos dejar pasar por alto, y en esta entrada intentaré desvelar algunos secretos que a algunos de vosotros (hombres) os vendrán bien. No quiero decir con esto que sea “doctor honoris causa” en la teoría femenina, pero sí que a veces he escuchado cosas que según las he oído, mi cabeza no ha parado de pensar: ¡¡Pobrecillo, cómo se le ocurre contestar a eso!!


Para ello desarrollaré las 3 preguntas que suelen hacer SIEMPRE y, por supuesto, las respuestas que debes o no debes decir:

1.  ¿Cómo me queda el vestido?
Lo que no se puede hacer ante este tipo de preguntas es decir un bien o mal, o estás preciosa mi amor… Noooooo!!!! Da igual la respuesta que des. ¡¡Todas tienen trampa!!!
Si dices: “Perfecto mi amor”, lo siguiente que puedes oír es un: “lo dices por decir”, o un: “no me estas mirando”, o un: “siempre me dices lo mismo y nunca te mojas”...
La respuesta perfecta a esta respuesta es: “Cariño, ¿a qué hora hemos quedado?” ó “¿Perdona?, estaba pensando en que podíamos llevar una botella de vino”...
También puedes salir con una pregunta a la pregunta: “¿tú como te ves?”, “si tú te ves bien...” Y millones de combinaciones más.
Como esta pregunta siempre te la van a hacer cada vez que se ponen algo, lo normal es utilizar una respuesta diferente cada vez. No te enganches a una porque fijo que te pillan y te dirán un: “Siempre dices lo mismo”
Y de ahí podemos pasar a la segunda pregunta…

2.  ¿Ya no me quieres?
Ésta pregunta siempre la suelen hacer cuando le has contestado a la primera, o cuando estás viendo algo que para ti es realmente importante y que para ellas es simplemente una gilipollez más.
En este caso la respuesta que des no es importante, porque ellas saben que les vas a decir: “¿Pero cómo puedes pensar eso, mi amor? Si yo sin ti no soy nada, sin ti mi mundo se acabaría, sin ti la vida no tiene sentido y antes preferiría no estar a estar sin ti”
Lo fundamental es… que dejes de hacer lo que estás haciendo y que ¡¡la mires a los ojos!!. En la respuesta no está el truco, está en la actitud…
Da igual que tu equipo de fútbol está a punto de meter el gol de la final, que queden 20 segundos para saber quién gana algo, que estén a punto de decir quién mató a Laura Palmer. Déjalo, grábalo y luego lo ves. U opta por un abrazo fuerte, de esos que no la dejen respirar… y no para ahogarla, sino para ver por encima de su hombro ese final apoteósico!!!

3.  ¿Esa tía te parece más guapa que yo?
Ésta pregunta siempre viene detrás de un comentario nuestro tan inocente y normal que se produce cuando estamos viendo una revista, pongamos el Interviu: “Pues ésta tía está buena”.
Inmediatamente la pregunta que se genera en sus lindas cabecitas es: “¿te parece más guapa que yo?” En ese momento hay que tener la mente fría y despejada y contestar un directo y claro: “NOOOO!, por qué dices eso??? Está buena, pero no tanto como tú”. Una respuesta perfecta para no herir la sensibilidad de ninguna de las partes.
Porque vamos a ver chicas, cuando entre vosotras habláis de algún George Clooney, Brad Pitt… nosotros no os hacemos esa pregunta!!! Nosotros sabemos que ELLOS no son como nosotros, no digo ni más guapos ni más ricos… lo que está claro es que no son como nosotros.
Aunque claro, si decís que Brad Pitt es guapo… (el hombre que podría hacer de jefe de El Planeta de los Simios, sin caracterizar..) allá vosotras… nosotros nos quedamos con Estella Warren, un pedazo de… humana.

Pero a pesar de todo esto siempre he sabido, sé y sabré que éste tipo de preguntas las hacéis porque os gusta saber que en todo momento estamos en alerta y que nunca bajaremos los brazos para haceros sentir como lo que os merecéis… Unas princesas.

viernes, 23 de marzo de 2012

Mi vida laboral


Acabo de darme cuenta que la inmensa mayoría de mi vida laboral la he pasado rodeado del género femenino.
Algunos de los que lean esto dirán que soy un pedazo de maricón por estar siempre con tías, otros sin embargo me llamarán cotilla… Pero yo me considero un auténtico privilegiado por conocer los secretos más oscuros y privados de la especie femenina.
El primer trabajo en el que me empecé a rodear de tías, era cuando estuve durante un año entero vendiendo cremas y artículos para que las tías tuvieran el mismísimo cuerpo de Angelina Jolie. En ese trabajo éramos, el jefe el cual estaba todo el día en su despachito haciéndose el ocupado, 25 chicas, y yo… el niño mimado.
Nunca se me olvidarán esos descansos donde en la sala en la que quedábamos, hablábamos de todo tipo de temas. Se les nublaba tanto la mente en sus temas femeninos que se les acababa por olvidar que allí, estaba yo. Un día de verano estábamos hablando de si era buena o no la Nivea mezclada con Betadine para ponerse moren@... que si al tomar el sol a mí se me ponía el pelo más claro… que si los ojos se aclaran también… y ya metidas en faena empezaban a decir que si una hacía toples porque no le gustaba la marca del bañador…. y entonces llega el momento álgido de la conversación cuando una de ellas dice: pues yo después de hacerme las ingles brasileñas me veo mejor en bikini. En ese momento y por mucho que sea tío, le digo: tía, me parece muy bien que te guste como te queda la ingle esa, pero por favor que estoy aquí. Si lo único que me ha faltado es que te espatarraras para que te diera mi opinión profesional del tipo: la verdad es que yo hubiera recortado un poco más la zona baja para dar un aspecto más natural al asunto.
No sólo he tenido que trabajar a solas con ellas, sino que también he tenido una clientela extensa y exclusiva de mujeres. El día que más me impacto una clienta , fue el día que yo llamo por teléfono, y lo coge ella y empiezo a venderle la fantástica y original crema para reducir las cartucheras: REDUMODEL!!!!!. La mujer al ver que era un chico me dijo: ¿eres un chico?. A lo que le contesto: SI, ¿por?. A lo que me dice: Nunca me había atendido un chico. Y le digo: ¿le molesta?. Y me dice: para nada, simplemente que me ha llamado la atención. A lo que inmediatamente me dice: eso si lo compro si me lo traes tú a casa y ya de paso te invito a un café y a lo que quieras ;). Mi respuesta de puro comercial fue: por supuesto señora, dígame su número de tarjeta y en 15 días se lo llevamos a casa, quiero decir yo mismo se lo llevo a casa (lo que habría hecho cualquier comercial nato).
También he tenido que oír conversaciones sin querer oírlas, las cuales os las puedo resumir en titulares:
1.       Me han operado y yo creo que me han crecido las tetas, ¿Qué os parecen?
2.       Madre mía, mi novio ayer me dejó más que satisfecha.
3.       ¡Como me pesan las tetas!
4.       No sé si ponerme tanga o braga
Y así podría estar hojas y hojas. Pero la mejor de todas fue una vez que me preguntaron abiertamente y como si supiera que decirles: Oscar, ¿tú cuando tienes la regla estás más ñoño o más irascible?. A lo que mi contestación fue directa y sincera….. por supuesto más irascible.
Mi conclusión: ojala que en el próximo curro en el que esté… sólo sean HOMBRES ;) (lo digo por cambiar un poco de aires y por hablar de temas más de actualidad.. en mi mundo masculino como son: el futbol, los coches, las tías….

martes, 20 de marzo de 2012

El Lago de los Cisnes


Hace 2 viernes estuve en el ballet, viendo “El Lago de los Cisnes”. La verdad es que no pensaba que me fuera a gustar tanto, ¡pero qué leches!, ¡está cojonudo!

Como siempre y gracias a mí capacidad de observación superdotada, la cual está cerca del nivel de los ojos con rayos láser de Superman, pude observar cosas que a otros humanos se les escapa de su ángulo de visión.

Nada más llegar lo primero que me encontré fue a unos padres con dos niñas. Que no digo que no esté bien… siempre y cuando los niños lleguen a tener por lo menos 5-6 años, y no 3 años como la que había allí.
A ver, que se puede querer dar una educación a tus hijos altamente cualificada, pero que lo que está claro es que a ciertas edades hay que disfrutar un poco menos de ballet clásico y un poco más de Mickey, Dora…

Pero dejando ese tema a parte, estoy convencido que esas dos pequeñajas tenían muchísima más educación que lo que nos toco en nuestro palco.
Os desarrollo como fue, mi obra de ballet.

Nada más entrar y después de sentarnos mi intuición, que tampoco me suele fallar, me describe exactamente los 2 personajes que nos han tocado detrás. Digo que no me suele fallar, porque después de la noche que me tocó pasar, fue totalmente exacta.
Ella, mujer divorciada de unos 38 años, con pelo rubio de bote, y con una indumentaria típica de niñas de 18 años: camiseta ajustada y cortita de cintura y pantalón vaquero que más que ajustado, parecía que iba a reventar.
Él, hombre también divorciado de unos 45 años, con canas entremezcladas con su pelo castaño, y una americana de las que está de moda ahora y con pantalones vaqueros acordes a la pareja que le acompañaba.

Antes de empezar con las innumerables frases para el recuerdo que tuvimos que oír, tenemos que ponernos en situación. El espectáculo está a punto de comenzar, y para ello y como todo teatro que se aprecie, las luces empiezan a bajar lentamente. Y es cuando llega el sonido típico de cine, en el que el joven quinceañero empieza a meterle la lengua a su novia hasta la mismísima gargantilla… pues eso es lo que oímos, pero en versión jurásica.
He de decir que si esta situación hubiera sido al contrario y fuera yo el que de una manera lujuriosa le introdujera la lengua a mi mujer hasta la garganta, dejando de lado la gargantilla. La reacción típica de la pareja jurásica que estuviera sentada, en este caso delante de nosotros, hubiera sido… ¡esta juventud!

Bueno al lío. Después de estar unos 15 minutos aproximadamente relamiéndose el uno al otro y limpiándose los dientes mutuamente con sus lenguas. Comienzan a debatir sobre nada más y nada menos que “LA VIDA”. Y entonces es cuando llega el momento de escuchar frases como la que a continuación escribo.

-Ella le dice a Él: ¿ves como aquí se respira otro ambiente?, no tiene nada que ver esto con una partida de mus… esto es más cultural.

-Él le dice a Ella: que importante es saber vivir. A lo que Ella contesta: si más que morir.

-Ella le dice a Él: este tipo de espectáculos si estás casado hay que verlos con tu mujer.

-En un momento del espectáculo y después que un bailarín dé 125 vueltas sin parar, todo el público no pusimos a aplaudir, y en ese momento Ella le dice a Él: ¿por qué aplauden tanto?

Podría tirarme así hojas y hojas escribiendo todo lo que pude escuchar, pero prefiero perder el tiempo en que leáis otras cosas. Total, mi teoría de rubia=tonta… se confirma. Es así y está basada en hechos reales y con argumentos muy consistentes.

Pero bueno además de estos dos analfabetos de la educación, el ballet me llamó la atención por muchas más cosas…

Y la primera de ellas, ¡es que había una cola tremenda para entrar!. ¡Pero vamos a ver que en este tipo de espectáculos los asientos están reservados!. ¡Que no va a haber overbooking!. Que conozco overbooking aéreo, overbooking hostelero, pero overbooking balletero no. Si además quedaban todavía 35 minutos para que empiece. Pero lo más fuerte es que una pija de cuarenta y muchos años, ¡¡se quiera colar!!. ¿Pero que ganas, 5 segundos en que te piquen la entrada?. Por favor, deberían coger a ese tipo de gente y atarles en uno de los árboles de enfrente y decirles: y ahora vas a estar ahí hasta que queden unos segundos para que empiece. Me imagino la reacción de dicha personajilla, echando babas por la boca al más puro estilo de un caminante de The Walking Dead.

Luego otra cosa que me llamó mucho la atención es como mientras los bailarines principales están dando vueltas como locos, el resto hacían como que hablaban, comentando lo que hace el bailarín principal, en plan: fíjate que contento está (no lo digo por el paquetón que marcan con esas mallitas, que estoy convencido que alguno calzará una S y se rellena para estar como el resto en una XL), etc… Pero yo llegué a la conclusión que realmente lo que pasaba era lo siguiente:
Vladislav (él)le decía a la chica: Irina (ella), ¿porque ayer no quisiste venirte conmigo a la habitación?
Ella le dice: - ¡¡déjame Vladislav!!, ya te he dicho que no quiero nada contigo. Que a mí quien me gusta es Anatoliy.
Y después de esa bronca, a Vladislav sólo le faltaba lanzar para arriba a Irina y no recogerla en la próxima pirueta… Pero son profesionales.

 
Pero a pesar de todas esas cosas que me llamaron la atención, y la falta de educación de los dos personajillos que tenía detrás. He de reconocer que me gusto el ballet.
No sólo que me gustó, sino que me encanto y que me apasionó la manera de transmitir con el cuerpo, y sobre todo con la música; esa música que en algunos de los momentos me hizo incluso soltar alguna lágrima de emoción.
Saber que para hacer lo que hacen, necesitan estar horas y horas practicando, sino sería imposible realizar esos movimentos, y que el resultado final sea lo que vi, que fue una magnífica explosión de fuerza, técnica, sin dejar de lado la emoción y la interpretación a cada instante...
Desde este momento me declaro ferviente admirador del mundo ballet.

miércoles, 14 de marzo de 2012

La Carta

Hola compañera de viaje:

Ayer me venciste, y me hiciste recordar mientras no podía apenas correr, que cuando era joven y no me acompañabas, podía hacer muchas cosas a la vez y no cansarme.

Me tiraba 3 horas al día y durante 4 días a la semana entrenado. Luego los sábados jugaba con mi equipo e iba corriendo a jugar con mis amigos otro campeonato, y para no dejar de hacer deporte, el domingo seguía con tenis, baloncesto, bicicleta... Y hoy sin embargo no he podido contigo.

Si, me has vencido esta vez. Pero que te quede muy claro que no vas a poder conmigo, que mañana lo volveré a intentar y que si no puedo, pues será pasado-mañana y así hasta que uno de los dos se rinda... Y ten claro que esta vez, no voy a ser yo.

No podrás contra las ganas que tengo de ver crecer y de jugar con mis hijos, con mis nietos y si tengo suerte con mis bisnietos.

No podrás contra las ganas que tengo de dar largos paseos junto a la chica que llena mi corazón y mis pensamientos desde el 96.

No podrás, no podrás y no podrás. Y si en algún momento te crees vencedora de esta batalla, disfrútala porque la guerra la gano YO.

Y la gano yo, no sólo por la fuerza que voy a generar para vencerte, sino porque sé que no estoy sólo en esta lucha.

Y que tengas claro que mi máxima a partir de ahora mismo será:

La victoria pertenece a quien persevera más.
                            Napoleón Bonaparte 

viernes, 9 de marzo de 2012

Gym

Ahora estoy en un momento de mi vida en el que quiero estar bien conmigo mismo, tanto mentalmente como físicamente… ¡¡¡Qué coño, lo que quiero es ponerme cachas!!!
Y para eso me he apuntado al gimnasio, porque claro, no me voy a apuntar a clases de cocina para ponerme cachas; en ese caso, sería ponerme gachas (un beso para todos los aquellos a los que les gusta comer… mucho… muchísimo)

Bueno, la cosa es que en ese tipo de sitios siempre encuentras una fauna, normal, especial y muy especial. Pues a esos MUY ESPECIALES, es a los que más atención les presto mientras mis músculos se perfilan suavemente.

Que conste que todo comentario que pueda poner aquí, y el cual pueda ser leído por alguna persona que vaya allí y se sienta aludido, puede llegar a costarme un disgusto la próxima vez que pise el gimnasio al que voy. Del cual no voy a decir el nombre para intentar no relacionarme directamente con la piscina pública de Soto del Real.

Creo que voy a enumerarles, como hizo mi buena amiga Sara en unos de sus post, de superhéroes.

EL REPEINADO
Es el personaje que va a mi gimnasio y no para de mirarse en el espejo, para ver si su peinado, típico de los años ochenta en plan Brandon de Beverly Hill´s 90210, está siempre perfectamente enlacado. Y que en el momento en el que levanta (porque se dice así en el argot musculitos) los 120 kg que se pone en la pesas. Que lo que más le preocupa es que la barra de las pesas no desmonte su perfecto y cuidado al milímetro flequillito.
Pero no queda ahí, no. Lo más fuerte que le he visto hacer, ha sido montar en la bicicleta del spinning, y en el momento en el que tiene que levantarse de su sillín para hacer más fuerza, es verle como sus manos sueltan lentamente el manillar y en una explosión de equilibrio y fuerza, y por supuesto mirándose al espejo, sus manos retocan perfecta y cuidadosamente su pelo.
¡Increíble pero cierto! ¡No se cayó de boca!. Si yo hago eso, lo primero que me pasa es que en el momento en el que suelto el manillar mi cara topa perfecta y directamente contra el espejo!!!

EL PARIPÉ
Es ese tipejo, que se cree que por el simple hecho de ponerse unos pantalones cortos, unas zapatillas, y por supuesto unos guantes… van a hacer el ejercicio!!! Y lo único que hacen en la hora y media que pueden estar en el gimnasio, es hablar por teléfono!!!. Eso sí, cosa fundamental en un gimnasio… mirarse en el espejo.
Pero chico, más que apuntarte a un gimnasio, lo que tenías que hacer es abrir una línea erótica y conseguir pasta, porque si consigues dinero por cada minuto que pasas hablando, y teniendo en cuenta que estas 90 minutos, 2 días a la semana (que es lo que yo coincido contigo), serías de oro. Consejo: deja de pagar lo que pagas por el gimnasio, y hazte una barra fija, que es más acorde a ti. Y que coño ya que estás, págate unas cañas.

EL SOBRAO
Hay algunos que cuando van al gimnasio mucho tiempo, les da para hacer absolutamente de todo. Su tabla de ejercicios, la charlita con el monitor, discutiendo cual ejercicio es mejor para el músculo izquierdo de la parte baja del antebrazo lateral…
Y después de todo eso, y de haber explotado uno a uno los músculos de su cuerpo, saca su móvil 4G de ultimísima tecnología, se tumba en el suelo y empieza a chatear, o como ahora dicen los jóvenes a whatsappear.
Pero vamos a ver criatura de Dios!!!, con el esfuerzo que empleas en conseguir ese cuerpo de adonis griego, ¿porque no sales a la calle con tus mejores galas, para hablar con una chica o chico, y enseñarle como minuto a minuto de tu vida esculpes esa belleza de cuerpo?.
Pues no. En vez de eso lo que creo que haces, es echarle horas y horas al gimnasio, para poder marcar la pantalla táctil de tú móvil!!! Y en eso te apoyo, porque yo cuando llevo más de 10 minutos whats app, tengo un dolor de extensores, flexores y todo tipo de “ores”, que entiendo que haya que hacer tanto gym.

Y por último y para no alargarme más, que tengo que terminar de hacer mis tablas, os presento a la especie más extendida por los gimnasios, no solo de España, sino del mundo.

EL LIGÓN
Ese personaje al que hay que reconocerle, que hasta a mí que me gustan las mujeres, me parece hasta que está… buenorro, tremendo, potente, macizo... o como decís las tías “se me caen las bragas al suelo”.
Pero que por favor, no hace falta estar todo el rato mirándose al espejo!!! Que cada vez que haces, dices o miras algo, el siguiente paso es precisamente mirarte a ti!!!
Si sólo te falta acercarte al espejo y decirte: “¿vienes mucho por aquí?”, “¿a qué hora terminas?” o un clásico “¿estudias o trabajas?”
Pero para que lo vamos a dejar en mirarse al espejo. Ya de paso, miran al que tienen al lado para poder criticarle y en algunos casos hasta “ponerle ojitos”. He llegado a ver y oír, cosas como que mientras uno toquetea al otro el brazaco, dice: “¿qué haces para tener es bíceps tan perfecto?, yo soy incapaz de conseguirlo”; y ver y oír como el otro mientras que lo aprieta un poquito más de lo normal, le dice: “la verdad, es que no hago nada especial, será genético”

Pero bueno, allá cada cual con su vida, que yo no soy nadie para dar lecciones y mucho menos para imponer estilos de vida.
Y después de esta reflexión en alto, os dejo una foto de como me estoy poniendo y me comentáis que os parece ;).
Voy a entrenarme un poquito más que todavía no me siento completo.