viernes, 23 de marzo de 2012

Mi vida laboral


Acabo de darme cuenta que la inmensa mayoría de mi vida laboral la he pasado rodeado del género femenino.
Algunos de los que lean esto dirán que soy un pedazo de maricón por estar siempre con tías, otros sin embargo me llamarán cotilla… Pero yo me considero un auténtico privilegiado por conocer los secretos más oscuros y privados de la especie femenina.
El primer trabajo en el que me empecé a rodear de tías, era cuando estuve durante un año entero vendiendo cremas y artículos para que las tías tuvieran el mismísimo cuerpo de Angelina Jolie. En ese trabajo éramos, el jefe el cual estaba todo el día en su despachito haciéndose el ocupado, 25 chicas, y yo… el niño mimado.
Nunca se me olvidarán esos descansos donde en la sala en la que quedábamos, hablábamos de todo tipo de temas. Se les nublaba tanto la mente en sus temas femeninos que se les acababa por olvidar que allí, estaba yo. Un día de verano estábamos hablando de si era buena o no la Nivea mezclada con Betadine para ponerse moren@... que si al tomar el sol a mí se me ponía el pelo más claro… que si los ojos se aclaran también… y ya metidas en faena empezaban a decir que si una hacía toples porque no le gustaba la marca del bañador…. y entonces llega el momento álgido de la conversación cuando una de ellas dice: pues yo después de hacerme las ingles brasileñas me veo mejor en bikini. En ese momento y por mucho que sea tío, le digo: tía, me parece muy bien que te guste como te queda la ingle esa, pero por favor que estoy aquí. Si lo único que me ha faltado es que te espatarraras para que te diera mi opinión profesional del tipo: la verdad es que yo hubiera recortado un poco más la zona baja para dar un aspecto más natural al asunto.
No sólo he tenido que trabajar a solas con ellas, sino que también he tenido una clientela extensa y exclusiva de mujeres. El día que más me impacto una clienta , fue el día que yo llamo por teléfono, y lo coge ella y empiezo a venderle la fantástica y original crema para reducir las cartucheras: REDUMODEL!!!!!. La mujer al ver que era un chico me dijo: ¿eres un chico?. A lo que le contesto: SI, ¿por?. A lo que me dice: Nunca me había atendido un chico. Y le digo: ¿le molesta?. Y me dice: para nada, simplemente que me ha llamado la atención. A lo que inmediatamente me dice: eso si lo compro si me lo traes tú a casa y ya de paso te invito a un café y a lo que quieras ;). Mi respuesta de puro comercial fue: por supuesto señora, dígame su número de tarjeta y en 15 días se lo llevamos a casa, quiero decir yo mismo se lo llevo a casa (lo que habría hecho cualquier comercial nato).
También he tenido que oír conversaciones sin querer oírlas, las cuales os las puedo resumir en titulares:
1.       Me han operado y yo creo que me han crecido las tetas, ¿Qué os parecen?
2.       Madre mía, mi novio ayer me dejó más que satisfecha.
3.       ¡Como me pesan las tetas!
4.       No sé si ponerme tanga o braga
Y así podría estar hojas y hojas. Pero la mejor de todas fue una vez que me preguntaron abiertamente y como si supiera que decirles: Oscar, ¿tú cuando tienes la regla estás más ñoño o más irascible?. A lo que mi contestación fue directa y sincera….. por supuesto más irascible.
Mi conclusión: ojala que en el próximo curro en el que esté… sólo sean HOMBRES ;) (lo digo por cambiar un poco de aires y por hablar de temas más de actualidad.. en mi mundo masculino como son: el futbol, los coches, las tías….

martes, 20 de marzo de 2012

El Lago de los Cisnes


Hace 2 viernes estuve en el ballet, viendo “El Lago de los Cisnes”. La verdad es que no pensaba que me fuera a gustar tanto, ¡pero qué leches!, ¡está cojonudo!

Como siempre y gracias a mí capacidad de observación superdotada, la cual está cerca del nivel de los ojos con rayos láser de Superman, pude observar cosas que a otros humanos se les escapa de su ángulo de visión.

Nada más llegar lo primero que me encontré fue a unos padres con dos niñas. Que no digo que no esté bien… siempre y cuando los niños lleguen a tener por lo menos 5-6 años, y no 3 años como la que había allí.
A ver, que se puede querer dar una educación a tus hijos altamente cualificada, pero que lo que está claro es que a ciertas edades hay que disfrutar un poco menos de ballet clásico y un poco más de Mickey, Dora…

Pero dejando ese tema a parte, estoy convencido que esas dos pequeñajas tenían muchísima más educación que lo que nos toco en nuestro palco.
Os desarrollo como fue, mi obra de ballet.

Nada más entrar y después de sentarnos mi intuición, que tampoco me suele fallar, me describe exactamente los 2 personajes que nos han tocado detrás. Digo que no me suele fallar, porque después de la noche que me tocó pasar, fue totalmente exacta.
Ella, mujer divorciada de unos 38 años, con pelo rubio de bote, y con una indumentaria típica de niñas de 18 años: camiseta ajustada y cortita de cintura y pantalón vaquero que más que ajustado, parecía que iba a reventar.
Él, hombre también divorciado de unos 45 años, con canas entremezcladas con su pelo castaño, y una americana de las que está de moda ahora y con pantalones vaqueros acordes a la pareja que le acompañaba.

Antes de empezar con las innumerables frases para el recuerdo que tuvimos que oír, tenemos que ponernos en situación. El espectáculo está a punto de comenzar, y para ello y como todo teatro que se aprecie, las luces empiezan a bajar lentamente. Y es cuando llega el sonido típico de cine, en el que el joven quinceañero empieza a meterle la lengua a su novia hasta la mismísima gargantilla… pues eso es lo que oímos, pero en versión jurásica.
He de decir que si esta situación hubiera sido al contrario y fuera yo el que de una manera lujuriosa le introdujera la lengua a mi mujer hasta la garganta, dejando de lado la gargantilla. La reacción típica de la pareja jurásica que estuviera sentada, en este caso delante de nosotros, hubiera sido… ¡esta juventud!

Bueno al lío. Después de estar unos 15 minutos aproximadamente relamiéndose el uno al otro y limpiándose los dientes mutuamente con sus lenguas. Comienzan a debatir sobre nada más y nada menos que “LA VIDA”. Y entonces es cuando llega el momento de escuchar frases como la que a continuación escribo.

-Ella le dice a Él: ¿ves como aquí se respira otro ambiente?, no tiene nada que ver esto con una partida de mus… esto es más cultural.

-Él le dice a Ella: que importante es saber vivir. A lo que Ella contesta: si más que morir.

-Ella le dice a Él: este tipo de espectáculos si estás casado hay que verlos con tu mujer.

-En un momento del espectáculo y después que un bailarín dé 125 vueltas sin parar, todo el público no pusimos a aplaudir, y en ese momento Ella le dice a Él: ¿por qué aplauden tanto?

Podría tirarme así hojas y hojas escribiendo todo lo que pude escuchar, pero prefiero perder el tiempo en que leáis otras cosas. Total, mi teoría de rubia=tonta… se confirma. Es así y está basada en hechos reales y con argumentos muy consistentes.

Pero bueno además de estos dos analfabetos de la educación, el ballet me llamó la atención por muchas más cosas…

Y la primera de ellas, ¡es que había una cola tremenda para entrar!. ¡Pero vamos a ver que en este tipo de espectáculos los asientos están reservados!. ¡Que no va a haber overbooking!. Que conozco overbooking aéreo, overbooking hostelero, pero overbooking balletero no. Si además quedaban todavía 35 minutos para que empiece. Pero lo más fuerte es que una pija de cuarenta y muchos años, ¡¡se quiera colar!!. ¿Pero que ganas, 5 segundos en que te piquen la entrada?. Por favor, deberían coger a ese tipo de gente y atarles en uno de los árboles de enfrente y decirles: y ahora vas a estar ahí hasta que queden unos segundos para que empiece. Me imagino la reacción de dicha personajilla, echando babas por la boca al más puro estilo de un caminante de The Walking Dead.

Luego otra cosa que me llamó mucho la atención es como mientras los bailarines principales están dando vueltas como locos, el resto hacían como que hablaban, comentando lo que hace el bailarín principal, en plan: fíjate que contento está (no lo digo por el paquetón que marcan con esas mallitas, que estoy convencido que alguno calzará una S y se rellena para estar como el resto en una XL), etc… Pero yo llegué a la conclusión que realmente lo que pasaba era lo siguiente:
Vladislav (él)le decía a la chica: Irina (ella), ¿porque ayer no quisiste venirte conmigo a la habitación?
Ella le dice: - ¡¡déjame Vladislav!!, ya te he dicho que no quiero nada contigo. Que a mí quien me gusta es Anatoliy.
Y después de esa bronca, a Vladislav sólo le faltaba lanzar para arriba a Irina y no recogerla en la próxima pirueta… Pero son profesionales.

 
Pero a pesar de todas esas cosas que me llamaron la atención, y la falta de educación de los dos personajillos que tenía detrás. He de reconocer que me gusto el ballet.
No sólo que me gustó, sino que me encanto y que me apasionó la manera de transmitir con el cuerpo, y sobre todo con la música; esa música que en algunos de los momentos me hizo incluso soltar alguna lágrima de emoción.
Saber que para hacer lo que hacen, necesitan estar horas y horas practicando, sino sería imposible realizar esos movimentos, y que el resultado final sea lo que vi, que fue una magnífica explosión de fuerza, técnica, sin dejar de lado la emoción y la interpretación a cada instante...
Desde este momento me declaro ferviente admirador del mundo ballet.

miércoles, 14 de marzo de 2012

La Carta

Hola compañera de viaje:

Ayer me venciste, y me hiciste recordar mientras no podía apenas correr, que cuando era joven y no me acompañabas, podía hacer muchas cosas a la vez y no cansarme.

Me tiraba 3 horas al día y durante 4 días a la semana entrenado. Luego los sábados jugaba con mi equipo e iba corriendo a jugar con mis amigos otro campeonato, y para no dejar de hacer deporte, el domingo seguía con tenis, baloncesto, bicicleta... Y hoy sin embargo no he podido contigo.

Si, me has vencido esta vez. Pero que te quede muy claro que no vas a poder conmigo, que mañana lo volveré a intentar y que si no puedo, pues será pasado-mañana y así hasta que uno de los dos se rinda... Y ten claro que esta vez, no voy a ser yo.

No podrás contra las ganas que tengo de ver crecer y de jugar con mis hijos, con mis nietos y si tengo suerte con mis bisnietos.

No podrás contra las ganas que tengo de dar largos paseos junto a la chica que llena mi corazón y mis pensamientos desde el 96.

No podrás, no podrás y no podrás. Y si en algún momento te crees vencedora de esta batalla, disfrútala porque la guerra la gano YO.

Y la gano yo, no sólo por la fuerza que voy a generar para vencerte, sino porque sé que no estoy sólo en esta lucha.

Y que tengas claro que mi máxima a partir de ahora mismo será:

La victoria pertenece a quien persevera más.
                            Napoleón Bonaparte 

viernes, 9 de marzo de 2012

Gym

Ahora estoy en un momento de mi vida en el que quiero estar bien conmigo mismo, tanto mentalmente como físicamente… ¡¡¡Qué coño, lo que quiero es ponerme cachas!!!
Y para eso me he apuntado al gimnasio, porque claro, no me voy a apuntar a clases de cocina para ponerme cachas; en ese caso, sería ponerme gachas (un beso para todos los aquellos a los que les gusta comer… mucho… muchísimo)

Bueno, la cosa es que en ese tipo de sitios siempre encuentras una fauna, normal, especial y muy especial. Pues a esos MUY ESPECIALES, es a los que más atención les presto mientras mis músculos se perfilan suavemente.

Que conste que todo comentario que pueda poner aquí, y el cual pueda ser leído por alguna persona que vaya allí y se sienta aludido, puede llegar a costarme un disgusto la próxima vez que pise el gimnasio al que voy. Del cual no voy a decir el nombre para intentar no relacionarme directamente con la piscina pública de Soto del Real.

Creo que voy a enumerarles, como hizo mi buena amiga Sara en unos de sus post, de superhéroes.

EL REPEINADO
Es el personaje que va a mi gimnasio y no para de mirarse en el espejo, para ver si su peinado, típico de los años ochenta en plan Brandon de Beverly Hill´s 90210, está siempre perfectamente enlacado. Y que en el momento en el que levanta (porque se dice así en el argot musculitos) los 120 kg que se pone en la pesas. Que lo que más le preocupa es que la barra de las pesas no desmonte su perfecto y cuidado al milímetro flequillito.
Pero no queda ahí, no. Lo más fuerte que le he visto hacer, ha sido montar en la bicicleta del spinning, y en el momento en el que tiene que levantarse de su sillín para hacer más fuerza, es verle como sus manos sueltan lentamente el manillar y en una explosión de equilibrio y fuerza, y por supuesto mirándose al espejo, sus manos retocan perfecta y cuidadosamente su pelo.
¡Increíble pero cierto! ¡No se cayó de boca!. Si yo hago eso, lo primero que me pasa es que en el momento en el que suelto el manillar mi cara topa perfecta y directamente contra el espejo!!!

EL PARIPÉ
Es ese tipejo, que se cree que por el simple hecho de ponerse unos pantalones cortos, unas zapatillas, y por supuesto unos guantes… van a hacer el ejercicio!!! Y lo único que hacen en la hora y media que pueden estar en el gimnasio, es hablar por teléfono!!!. Eso sí, cosa fundamental en un gimnasio… mirarse en el espejo.
Pero chico, más que apuntarte a un gimnasio, lo que tenías que hacer es abrir una línea erótica y conseguir pasta, porque si consigues dinero por cada minuto que pasas hablando, y teniendo en cuenta que estas 90 minutos, 2 días a la semana (que es lo que yo coincido contigo), serías de oro. Consejo: deja de pagar lo que pagas por el gimnasio, y hazte una barra fija, que es más acorde a ti. Y que coño ya que estás, págate unas cañas.

EL SOBRAO
Hay algunos que cuando van al gimnasio mucho tiempo, les da para hacer absolutamente de todo. Su tabla de ejercicios, la charlita con el monitor, discutiendo cual ejercicio es mejor para el músculo izquierdo de la parte baja del antebrazo lateral…
Y después de todo eso, y de haber explotado uno a uno los músculos de su cuerpo, saca su móvil 4G de ultimísima tecnología, se tumba en el suelo y empieza a chatear, o como ahora dicen los jóvenes a whatsappear.
Pero vamos a ver criatura de Dios!!!, con el esfuerzo que empleas en conseguir ese cuerpo de adonis griego, ¿porque no sales a la calle con tus mejores galas, para hablar con una chica o chico, y enseñarle como minuto a minuto de tu vida esculpes esa belleza de cuerpo?.
Pues no. En vez de eso lo que creo que haces, es echarle horas y horas al gimnasio, para poder marcar la pantalla táctil de tú móvil!!! Y en eso te apoyo, porque yo cuando llevo más de 10 minutos whats app, tengo un dolor de extensores, flexores y todo tipo de “ores”, que entiendo que haya que hacer tanto gym.

Y por último y para no alargarme más, que tengo que terminar de hacer mis tablas, os presento a la especie más extendida por los gimnasios, no solo de España, sino del mundo.

EL LIGÓN
Ese personaje al que hay que reconocerle, que hasta a mí que me gustan las mujeres, me parece hasta que está… buenorro, tremendo, potente, macizo... o como decís las tías “se me caen las bragas al suelo”.
Pero que por favor, no hace falta estar todo el rato mirándose al espejo!!! Que cada vez que haces, dices o miras algo, el siguiente paso es precisamente mirarte a ti!!!
Si sólo te falta acercarte al espejo y decirte: “¿vienes mucho por aquí?”, “¿a qué hora terminas?” o un clásico “¿estudias o trabajas?”
Pero para que lo vamos a dejar en mirarse al espejo. Ya de paso, miran al que tienen al lado para poder criticarle y en algunos casos hasta “ponerle ojitos”. He llegado a ver y oír, cosas como que mientras uno toquetea al otro el brazaco, dice: “¿qué haces para tener es bíceps tan perfecto?, yo soy incapaz de conseguirlo”; y ver y oír como el otro mientras que lo aprieta un poquito más de lo normal, le dice: “la verdad, es que no hago nada especial, será genético”

Pero bueno, allá cada cual con su vida, que yo no soy nadie para dar lecciones y mucho menos para imponer estilos de vida.
Y después de esta reflexión en alto, os dejo una foto de como me estoy poniendo y me comentáis que os parece ;).
Voy a entrenarme un poquito más que todavía no me siento completo.

jueves, 1 de marzo de 2012

In the car


Para los que no sepan inglés "En el coche" ;)

Hoy ha sido un día de atasco infinito en las carreteras de la Comunidad de Madrid, y me ha dado tiempo a pensar muchas cosas. No es que normalmente no me dé tiempo a pensar, es que paso de hacerlo.
Pues bien he llegado a la conclusión que en el coche uno se lo puede pasar bien… y no solamente conduciendo.
Y hablando de pitos… A mí cuando estoy enfrascado en unos de los atascos de la gran ciudad madrileña, me gusta dar un toque suave al pito, que no al mío físico, sino al del coche… que no significa que tenga autofilia, ni nada parecido… si no que toco el pito para que suene…
Bueno, la cosa es que me gusta tocar el pito, porque se genera una reacción en cadena del resto de coches que me rodean, y empiezan a verse caras de auténticos sádicos dentro de ellos. Esos que hace exactamente 10 segundos estaban mirando a la vecinita de coche y que no les importaba lo más mínimo estar metidos en un atasco sin moverse, porque pensaban que si desplegaban sus señales más sensuales podrían conseguir algo de la vecinita. Pues esos mismos llegan al pensamiento de: que leches, si ese pita, yo también!!!, y encima grito!!!, y encima digo una serie de burradas para rematar la faena y salir con las dos orejas y el rabo como el más bruto del atasco!!! 

Esto me recuerda a un proverbio chino que dice: 全球企业间电子商务的著间电子商务间电子商务的著, que traducido gracias a mi control de los idiomas es: ¿Donde va Vicente?, donde va toda la gente.

También me gusta estar metido en un atasco y tener la buena suerte de que al lado haya uno que se esté intentado sacar “EL MOCO”, y lo pongo así porque no estamos hablando de un moco normalito, no. Es “EL MOCO”, ese MOCO que parece que si se lo quita su cerebro va a empezar a funcionar de nuevo y va a tener la gran idea que le va a resolver los próximos…. 5 minutos, y que es: me falta todavía el otro lado!!! Pues bien, la situación a la víctima no creo que le haga gracia, pero yo me descojono. Os la describo para que entendáis el nivel de vergüenza de uno y de risa mía:
Parados en medio de una autovía, el dedo índice toma forma totalmente recta, se posiciona y empieza a subir lentamente por el pecho como si de una cobra se tratase. Mientras tanto el personaje mira disimuladamente a un lado y otro de su coche para ver si los que le rodean están atentos de la situación o no (cosa estúpida porque el que tienes delante siempre es el que tiene la mejor posición, y es ahí donde me encuentro yo). Y llega el momento álgido, donde justo cuando la punta de la uña va a llegar a la entrada del orificio nasal, y el momento donde el individuo piensa: eres mía velita, jajaja (voz maliciosa e interna). Pues en ese justo momento que hago? Pues toco el pito. Y lo mejor de todo es como la mano a la velocidad de la luz, baja hasta esconderse como una avestruz, y como el individuo mira a todos los lados buscando a ver quien ha sido el que le ha jodido su presa. Y si tengo suerte, y el personaje es muy moco-adicto, tendré una segunda e incluso a veces una tercera oportunidad.

Y ya pera terminar, luego hay otra cosa que siempre me ha gustado hacer cuando voy por alguna calle estrechita de la ciudad es lo siguiente. La gente que va andando por la calle tiene la costumbre de controlar los coches que pasan a su lado. Y ahí es donde entro yo, cuando voy despacito por una de esas calles mi mano cruza por delante de mi cara tapándola y haciendo que saludo a la persona con la que me cruzo. Y no es que quiera parecer viciosillo, pero para darle más realismo toco el pito.
La gente lo primero que hace es saludar y poner su mejor sonrisa por si acaso. Lo segundo que hace es girar la cabeza siguiendo el coche para ver si se le enciende la luz del cerebro que le resuelva el enigma. En ese momento por su mente pasan todo tipo de personajes, de los cuales ninguno va a ser el que su mente encuentre. Me imagino la situación: ve el coche -  le saludan – saluda - gira la cabeza y mientras piensa: joder me suena pero no me acuerdo del nombre, ¿no era Juan el que se tiraba a mi mujer? ¡que cabrón!... a no era Cipriano, el que se la coge con la mano… (chiste malo), ¡no joder ya se quién es!, es Pedro!!!!!!!!!!!
Algunos seguro que llegan a casa y lo primero que hacen es decirle a su pareja: ¿sabes con quién me acabo de cruzar?.. y después de unos segundos de reflexión dicen: no, nadie, no creo que fuera él. Y así dejan de lado al hombre misterioso que les saludo cuando se cruzaron.

Con todo esto, ¿te gusta conducir?... a mí SI.