jueves, 1 de marzo de 2012

In the car


Para los que no sepan inglés "En el coche" ;)

Hoy ha sido un día de atasco infinito en las carreteras de la Comunidad de Madrid, y me ha dado tiempo a pensar muchas cosas. No es que normalmente no me dé tiempo a pensar, es que paso de hacerlo.
Pues bien he llegado a la conclusión que en el coche uno se lo puede pasar bien… y no solamente conduciendo.
Y hablando de pitos… A mí cuando estoy enfrascado en unos de los atascos de la gran ciudad madrileña, me gusta dar un toque suave al pito, que no al mío físico, sino al del coche… que no significa que tenga autofilia, ni nada parecido… si no que toco el pito para que suene…
Bueno, la cosa es que me gusta tocar el pito, porque se genera una reacción en cadena del resto de coches que me rodean, y empiezan a verse caras de auténticos sádicos dentro de ellos. Esos que hace exactamente 10 segundos estaban mirando a la vecinita de coche y que no les importaba lo más mínimo estar metidos en un atasco sin moverse, porque pensaban que si desplegaban sus señales más sensuales podrían conseguir algo de la vecinita. Pues esos mismos llegan al pensamiento de: que leches, si ese pita, yo también!!!, y encima grito!!!, y encima digo una serie de burradas para rematar la faena y salir con las dos orejas y el rabo como el más bruto del atasco!!! 

Esto me recuerda a un proverbio chino que dice: 全球企业间电子商务的著间电子商务间电子商务的著, que traducido gracias a mi control de los idiomas es: ¿Donde va Vicente?, donde va toda la gente.

También me gusta estar metido en un atasco y tener la buena suerte de que al lado haya uno que se esté intentado sacar “EL MOCO”, y lo pongo así porque no estamos hablando de un moco normalito, no. Es “EL MOCO”, ese MOCO que parece que si se lo quita su cerebro va a empezar a funcionar de nuevo y va a tener la gran idea que le va a resolver los próximos…. 5 minutos, y que es: me falta todavía el otro lado!!! Pues bien, la situación a la víctima no creo que le haga gracia, pero yo me descojono. Os la describo para que entendáis el nivel de vergüenza de uno y de risa mía:
Parados en medio de una autovía, el dedo índice toma forma totalmente recta, se posiciona y empieza a subir lentamente por el pecho como si de una cobra se tratase. Mientras tanto el personaje mira disimuladamente a un lado y otro de su coche para ver si los que le rodean están atentos de la situación o no (cosa estúpida porque el que tienes delante siempre es el que tiene la mejor posición, y es ahí donde me encuentro yo). Y llega el momento álgido, donde justo cuando la punta de la uña va a llegar a la entrada del orificio nasal, y el momento donde el individuo piensa: eres mía velita, jajaja (voz maliciosa e interna). Pues en ese justo momento que hago? Pues toco el pito. Y lo mejor de todo es como la mano a la velocidad de la luz, baja hasta esconderse como una avestruz, y como el individuo mira a todos los lados buscando a ver quien ha sido el que le ha jodido su presa. Y si tengo suerte, y el personaje es muy moco-adicto, tendré una segunda e incluso a veces una tercera oportunidad.

Y ya pera terminar, luego hay otra cosa que siempre me ha gustado hacer cuando voy por alguna calle estrechita de la ciudad es lo siguiente. La gente que va andando por la calle tiene la costumbre de controlar los coches que pasan a su lado. Y ahí es donde entro yo, cuando voy despacito por una de esas calles mi mano cruza por delante de mi cara tapándola y haciendo que saludo a la persona con la que me cruzo. Y no es que quiera parecer viciosillo, pero para darle más realismo toco el pito.
La gente lo primero que hace es saludar y poner su mejor sonrisa por si acaso. Lo segundo que hace es girar la cabeza siguiendo el coche para ver si se le enciende la luz del cerebro que le resuelva el enigma. En ese momento por su mente pasan todo tipo de personajes, de los cuales ninguno va a ser el que su mente encuentre. Me imagino la situación: ve el coche -  le saludan – saluda - gira la cabeza y mientras piensa: joder me suena pero no me acuerdo del nombre, ¿no era Juan el que se tiraba a mi mujer? ¡que cabrón!... a no era Cipriano, el que se la coge con la mano… (chiste malo), ¡no joder ya se quién es!, es Pedro!!!!!!!!!!!
Algunos seguro que llegan a casa y lo primero que hacen es decirle a su pareja: ¿sabes con quién me acabo de cruzar?.. y después de unos segundos de reflexión dicen: no, nadie, no creo que fuera él. Y así dejan de lado al hombre misterioso que les saludo cuando se cruzaron.

Con todo esto, ¿te gusta conducir?... a mí SI.

2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJA ERES UN MÁQUINA, me he reído un montón. Qué trasto estás hecho!!!!!

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  2. Gracias Sara.
    Pongo lo que dice mi amorcito, proque me gusta y porque es mi blog ;)

    "Y luego la gente me pregunta como es posible que llevemos juntos 16 años!!! Pero si contigo no hay quien se aburra!!!
    P.D: A los seguidores: Que conste q estas historias yo las he vivido en vivo y en directo como copiloto, y son totalmente ciertas!!!"

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